domingo, 19 de febrero de 2012

JUAN NEGRIN: El gran estafador

Acordó con los soviéticos la entrega del oro del Banco de España. Desde 1937 estaba, secretamente, intentando pactar con Franco. De costumbres pantagruélicas, cenaba hasta tres veces. Belloch entregó 200 millones a su familia en concepto de indemnización.
Lo que Negrín ha conseguido en la historia moderna de España no lo ha conseguido nadie. Robó al Estado, robó al pueblo, mató al Estado, mató al pueblo que servía a ese Estado, traicionó a sus compañeros de partido, Prieto y Largo Caballero, traicionó a su propia propaganda, pregonando la guerra final contra el fascismo mientras trataba de entenderse con él, según las órdenes de Stalin, que no era lo que se dice un demócrata. Llegó al poder engañando a los suyos. Pactó con los soviéticos la entrega del oro del Banco de España, entonces la tercera reserva del mundo. Se llevó todo lo que los revolucionarios robaron de las cajas de seguridad de todos los bancos y cajas de ahorro.
Tras proclamar la resistencia a ultranza contra Franco, Negrín fue incapaz de luchar por un solo metro de Barcelona. Obligó a Manuel Azaña a un calvario porque no le ofreció más que dos plazas para huir de la Gestapo, abandonando a su gran amigo Rivas Cherif. Azaña no lo abandonó y así murió, de tan mala manera.
Mientras miles de millones de dólares, robados y sin recibo, yacían en bancos suizos o americanos, cientos de miles de españoles casi morían de hambre en las arenas de Argelés y demás campos de concentración franceses, sin que Negrín moviera una peseta para auxiliarles. Después de haber obligado a millones de compatriotas a luchar «hasta el final» en una guerra perdida, le confesó a Araquistáin, su antiguo amigo del alma, que desde el 37 estaba intentando pactar con Franco, que es lo que les reprochaba a Prieto y Azaña, amén de Besteiro, el derrotista que finalmente dio con Negrín y los comunistas en tierra, aún al precio de entregar el cadáver de la República a Franco.
Vivió como un rajá a costa del erario, no rindió cuentas a nadie del dinero de todos los españoles y, encima, consiguió que sus herederos recibieran un montón de millones de la administración franquista, de la ucedea y de la felipista.
Lo último que hizo Belloch fue entregar unos 200 millones a la familia Negrín en concepto de indemnización. ¡De indemnización al hombre que saqueó el Banco de España y todos y cada uno de los bancos españoles sin devolver jamás un duro y sin dar cuenta de lo robada a nadie!
Reconozcamos que la historia de la picaresca, a veces entreverada con el crimen, estaría incompleta sin Juan Negrín, presidente del gobierno de la República y uno de los mayores embusteros de la historia de España. Tanto, que algunos historiadores turulatos lo consideran un héroe de la lucha contra la dictadura, a él que fue un dictador de principio a fin. Como gobernante fue nefasto. Como embaucador, estupendo. Fuerza es reconocerlo. Sólo Felipe González le hace sombra.
Lo del crimen asociado al robo como medio de llegar al poder y conservarlo no es fantasía erudita ni interpretación discutible. Negrín echa del poder a largo Caballero, compañero de partido, porque está dispuesto a hacer lo que el viejo y cabezón estuquista madrileño se negó a hacer en España: un juicio contra el POUM como los de Moscú contra los comunistas de izquierda o simples antiestalinistas. Largo Caballero cuenta en sus Memorias que el día en que echó de su despacho al embajador soviético perdió el poder, pero que nunca pensó que tendría que tapar las escapadas sexuales de Negrín, siendo ministro de Hacienda, a los cabarés de París y Londres, acompañado habitualmente de dos damas, forma piadosa de llamarlas. Pero eso pertenece al capítulo de las malversaciones. Lo peor es que aceptase el encarcelamiento y asesinato del jefe del POUM, Andrés Nin, a cambio de ocupar el sillón de primer ministro. Porque fue su incondicionalidad hacia los soviéticos lo que realmente le dio el poder. Y lo único que queda por averiguar es desde cuándo les era incondicional. Posiblemente desde antes de la guerra, como Julio Alvarez del Vayo, al que ahora se descubre como hombre del Komintern desde 1934, a las órdenes de Willi Munzeerg.
Negrín aceptó el asesinato de Nin y de la plana mayor del POUM, y llegó al extremo, que cuenta Azaña en sus Memorias, de intentar persuadir al presidente republicano de que lo de Nin era cosa de los nazis y no de los soviéticos. Hizo más: trató de que los jueces condenaran a Gorkín, Andrade y demás jefes vivos del POUM tras permitir que circulase un infame libelo que los trataba de trotskistas y nazis, prologado por Bergamín. No lo logró, pero fue tanto su empeño que el abogado de los poumistas tuvo que huir de España. ¡Y a esto que hizo Negrín le siguen llamando algunos la legalidad republicana! Cuando la idiocia y la ignorancia se juntan, resultan invencibles.
Hay cosas en la vida que Negrín que, dentro de lo siniestro, resultan pintorescas. Cuenta Indalecio Prieto que un día llegaron a la conclusión sus espías de que alguien robaba medicamentos (aspirinas) de la mismísima sede del Gobierno. Investigaron y no encontraron ninguna pista, pero comprobaron de modo fehaciente que tubos y tubos de aspirinas desaparecían del despacho del doctor Negrín. Estaban a punto de detener a una secretaria cuando, un día, entró sin llamar al despacho, creyéndolo vacía, un escribiente y se encontró con don Juan Negrín embaulándose el segundo tubo entero de aspirinas, porque los tomaba de dos en dos. Añade entonces Prieto, en una formidable prosa mexicana, que las costumbres pantagruélicas de Negrín no se limitaban al ácido acetilsalicílico, sino a la comida, la bebida y las señoras. Que cenaba hasta tres veces, que bebía las botellas de dos en dos preferentemente champaña pero sin olvidar el vino- y que prefería acostarse con las mujeres también a pares. Hay rumores, sin embargo, de que la más famosa de sus amantes la compartió con uno de sus hijos. Es el rasgo de generosidad más evidente de su vida pública.
Dice Prieto, y esto ya puede ser maledicencia, que, por comer y beber sin tasa, era capaz de vomitar al modo de los antiguos romanos, para seguir llenando el buche. Pero de esto no hay testigos. De lo del oro, lo del POUM y lo de las cajas saqueadas, sobran.
Bien es cierto que muchos historiadores se niegan a ver las pruebas. De Tuñón de Lara (que en paz descanse) a Tusell y Viñas, es tanto lo que se ha ocultado de Negrín que casi resulta violento descubrir algo de lo tapado. No importa. Si aceptamos como nuestros a todos, los buenos y los malos, aceptaremos también lo malo de todos, también de Negrín, como cosa nuestra. Que, en cierto modo, lo es.
Porque el que Negrín llegara al poder, de la mano soviética, es culpa nuestra, de los españoles, que, a las alturas de 1937, seguíamos sin entender la naturaleza de la URSS. Ni le entendía Azaña, ni la entendía Martínez Barrio, ni la entendía Largo Caballero, ni Prieto, ni Besteiro. En realidad, el único que la entendía era Negrín, y por eso llegó donde llegó.
Casado con una rusa blanca y conocedor, por tanto del sistema soviético, tuvo el gesto asombroso, si no profesional, de pedir al PCE que le escogiera a un secretario, en cuanto lo nombraron ministro de Hacienda. La cosa es tan fuerte que sólo Santiago Alvarez, en una hagiografía desinformada, es capaz de contarla sin escándalo. Naturalmente, le pusieron al lado a un comisario. Beningo Díaz, que reportaba cuidadosamente a sus jefes lo que hacía el ministro, en todos los sentidos. Pero ésa es la prueba mayor de connivencia de Negrín con los soviéticos, porque era necesario saber lo que era y cómo funcionaba el estalinismo para pedirle al PCE que te nombrara un secretario.
Negrín embaucó a muchos con el cuento de que había que prolongar la guerra hasta que llegara la Guerra Mundial y nos sacaran de penas. Lo que realmente sucedió fue el pacto germano-soviético, que dejó a la República liquidada. Pero, antes de ese pacto, que mostraba hasta extremos obscenos que nazis y comunistas habían usado a España como simple teatro de sus forcejeos amistosos, porque allá se iban Hitler y Stalin, es seguro que Negrín estaba al tanto de lo que se tramaba y se trataba.
Es seguro que Negrín sabía qué iba a ser de la República y, en consecuencia, de media España. Dispuso de los fondos robados e los bancos para fundar el SERE, presuntamente para ayudar a los presos y exiliados del campo republicano. En realidad, fue su modo de crear el partido que nunca tuvo, por lo menos español.
Hay secretos que se fueron con Juan Negrín a la tumba, pero, la verdad, no creo que sea una tumba digna de ser visitada. Por si quieren datos que justifiquen algunos adjetivos, les recomiendo el libro de Olaya Morales La gran estafa. Trata de Negrín.

¿Renunciamos a nuestros derechos?

Yo... ciudadano español, mayor de edad y con D.N.I..., comparezco ante notario y manifiesto: mi indignación por la condena que el supremo ha impuesto a Garzón por el delito de escuchas entre abogado y cliente, saltándose el derecho constitucional. Y aunque haya quien sostenga que el estado de derecho no puede subsistir si se viola arbitrariamente el derecho de defensa... Yo... creo que Garzón actuó correctamente, porque lo lógico es que el juez intervenga cuando le venga en gana las conversaciones que quiera, aunque la Ley diga lo contrario.


Por tanto, y como muestra de coherencia, si en el futuro alguien me acusa de cometer algún delito, autorizo expresamente a cualquier juez a grabar las conversaciones que yo mantenga con mis abogados, diga lo que diga la Ley vigente.

En... a día ... mes... de 2012.
                                     Firmado....

Hala, muchachotes, los que defienden que un juez se salte la Ley (Garzón), los que critican su condena: a firmar la declaración renunciando a vuestros derechos.

Mientras no lo hagan (es decir, mientras sigan conservando intactos esos derechos que les parece bien que Garzón vulnere, cuando se tratan de otros) no deis la plasta. Incoherencias las justas. En democracia el fin no justifica los medios.

Cayo Lara declaró que espera una reacción popular importante de todos los demócratas, lema coreado: tribunal supremo fascista. Habrá que ver a la ultraizquierda cuando tenga que defender a su juez por aliarse con poderosos banqueros. El colmo.

Haber quien es el bonito ronco de gritar que la firma, ¿la firmará Llamazares?

¡Ya está bien de entender la democracia como algo privativo!

Falta por ver el caso peor, porque envenena la convivencia democrática, las mentiras y manipulación de la Memoria Histórica. ¿Qué quieren esconder?

En el reino de los pícaros, donde casi todo tartufismo tiene su asiento, y donde para desgracia de la credibilidad de la justicia, hasta Mister X sufrió las iras vengativas y despecho del superjuez. Y sale en su defensa, ¿por qué? Pues porque como compañeros de viaje de quita y pon, Garzón conoció a fondo la vida y milagros de la clase política en el poder, y quizás por ello, se creía inmune e irresponsable.

Haciendo un poco de memoria en la desmesura y el esperpento de la pericia Garzonil, descubrimos la de un entorno histórico que acaso explique muchas de las cosas que nos pasa.

Quizás el propio Garzón personifica el proceso, que estamos al final de un ciclo histórico.

La crisis no fue ningún impedimento para que el gobierno repartiera subvenciones para memoria histórica de 5,7 millones de euros y el año pasado otorgó otros 3,9 millones de euros. Ni siquiera en un contexto social de más de 5 millones de parados.

La orden PRE-786/2010 reservó un total de 5.681.000 euros a Asociaciones que sustentan la Ley de memoria... Vayan, vayan sumando, que los parados son menos prioridad...

En Mayo del 2011 el Congreso insta al Gobierno a que en los planes de estudio se enseñe la República como referente democrático y el Franquismo como totalitario. Así se recoge en uno de los dos puntos aprobados de la moción, presentados por IU para rendir tributo a la II República. Llamazares propuso también un programa de actos para celebrar su 80 aniversario.

El PP votó en contra considerando que estos asuntos están zanjados por la Constitución de 1978, IU, vio prosperar dos de los quince puntos, los mismos que apoyó el PSOE, los que afectan a retirada de placas y escudos, y el segundo el pedir al Gobierno la adecuación de los planes de estudio y de los libros de textos para el tratamiento histórico de la II República como referente democrático.

¡Vamos que con el arsenal documental que existe el referente democrático de la República es, como meter un elefante por el ojo de una aguja! Dictaduras, no las quiere la sociedad, tampoco las de ultraizquierda, y si para algunos el ropaje democrático les viene grande... ¡ya saben! Desgraciadamente todavía hay dictaduras de ultraizquierdas a las que no les critican la falta de libertad, ni el poco respeto a los derechos humanos.

Tampoco lograron respaldo ERC ni IU-CV a sus propuestas para que el ejecutivo declarase el 14 de Abril como día de la memoria y fiesta nacional, como homenajes institucionales a Azaña, Negrín y Santiago Quiroga.

Esta es la empanada que nos quiere meter Llamazares y otros: la ilegal II República ejemplo de democracia y libertades. Expongo un trozo de Azaña: A cuatro meses de implantarse la República en conversación con Araquistaín y Negrín, dice Araquistaín: yo soy partidario de la dictadura, cuando conviene... Negrín asiente y añade que se necesita una dictadura bajo forma y apariencias democráticas, que haga posible la preparación del pueblo para el futuro (el futuro de un régimen totalitario).

El reparto de la memoria histórica: de cada 10 euros, 7 son para propaganda (más del 70% van a propaganda pura y dura). En el discurso oficial se afirma que el objetivo principal de estas ayudas es para fosas, en realidad tiene un propósito más amplio como elementos conmemorativos, recopilación de testimonios orales y jornadas para la recuperación de la memoria. En el 2009, del total previsto, 3.870.000 euros, sólo el 1.090.000 euros, el 28% ha sido destinado a localizar fosas, el resto, el 71,2% del total se destinó a nutrir las arcas de las Asociaciones y Fundaciones en las que aparecen como beneficiados y conceptos como el Ateneo Republicano de León, para elaborar una lista de diputados y concejales provinciales en la II República.

Otro descabellado asunto fue, el traslado de Madrid del archivo de los crímenes republicanos en la Guerra Civil (por Sinde), trasladándolo a Salamanca sin previo aviso y sin haberse digitalizado, el ministerio manipula el memorial de víctimas de la Guerra, la mayor parte de la "causa general" sigue sin digitalizar, por lo que sacarla de Madrid supone, a parte del riesgo para su conservación, un problema para los historiadores (decenas de miles y miles de personas murieron víctimas de la revolución y las cuantiosas Checas, en matanzas masivas como las de Paracuello) por ello han dejado de digitalizar los legajos que documentan la represión judicial en la zona republicana, donde se juzgaba a diestro y siniestro a los civiles.

¿Qué pretenden, borrar su historia? Todos o muchos la sabemos. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.

Ya sé para qué sirve la ley M.H., no es para exhumación, sino para resucitarlos. Y no ha muchos, sino a uno solo: Franco; la pregunta es ¿para qué necesitan a Franco vivo? Si el 25% es dedicado a exhumar restos de fosas, un total de 439 entidades subvencionadas es a donde va realmente, ejemplo: Guardia Roja, para recopilación y difusión del patrimonio escrito y fotográfico de dicha formación.

Fundación Mestizaje: contamíname, mestizaje cultural de Pedro Guerra, en la que participan Pilar Bardem, Almudena Grandes, Juan Diego Botto, etc...

Fundación L'Artenativa: para difundir los valores republicanos, como la joves de Esquerra para difundir "la revolución y el deseo".

A esto me permito llamar milonga histórica, a quienes han elaborado esta milonga, la historia, les importa un pito y en cambio el franquismo les viene al pelo, precisamente porque lo que quieren tener enfrente es una derecha golpista. Ya saben para que sirve esta M.H. para sustituir a golpe de Ley y de talonario la historia por la milonga. Para tener un enemigo, igual da que sea ficticio, que excite las pasiones de los propios milicianos, de modo que cierren filas... y sigan votando.

Hagamos creer que viene el coco, el lobo feroz o el duque de Alba, o, ¡ahí queríamos llegar! Franco. Dos no pelean si uno no quiere y dos no se reconcilian si uno no quiere y esa parte de la izquierda necesita que el enemigo esté vivo, para seguir excitando el odio.

El desprecio por la historia llega al extremo, que se explica con el desprecio al estado o socavar su fundamento, no respeta las reglas en cuya elaboración participaron.

El Ministerio de Cultura en manos de Sinde a fuerza de chapuzas, no son tan partidistas, un ejemplo lo tenemos en el memorial de víctimas de la Guerra: al general López Ochoa no se dan cuenta de que este aunque fuera masón su voluntad fue apoyar a los sublevados, y lo admiten en víctimas, con esto nos podemos dar cuenta de que en España hubo una revolución en la que llevaban la cabeza de un General colgada de un fusil (que les caía mal por haber obedecido al gobierno y reprimiendo la revolución asturiana) como si fuera el Alcaide de la Bastilla.(VER EN MI BLOG EL HISTORIAL).

¿Caducará este despilfarro de dinero a favor de la memoria milonga?

Volviendo a Garzón: este mantiene su vuelta a la política, la izquierda lo mantiene como mártir ante las presumibles condenas, la treta consiste en esperar tras un lavado de imagen convertirse en icono agraviado, y presentarse. IU y PSOE (a nivel de base, ya que despierta gran recelo entre los pesos pesados, en particular en Rubalcaba, que le conoce bien), han puesto en marcha la propaganda para presentar a Garzón como mártir frente a la derecha. Llamazares e IU serían los pilares en su retorno a la política, tal vez con la idea de fracturar más al PSOE... Todo se verá... Es lo que nos espera de la intelectualidad del delirio nihilista, revanchista y bolchevique. Como ya digo, quizás lo veremos...

domingo, 12 de febrero de 2012

Así mataron al general López Ochoa


El ministro de la guerra Castelló trató infructuosamente de salvarlo. López Ochoa confió a Daniel Arroyo Ufano que estaba comprometido con el “movimiento”. Su posterior asesinato no tuvo nada de espontáneo.

Causa General, legajo 1504, expediente 1, folio 201

(6 de mayo de 1939)

Don JULIÁN PAREDES MARTÍNEZ, Secretario de la Causa General seguida en averiguación de los hechos delictivos graves, cometidos en Madrid y su provincia durante la dominación roja,

CERTIFICO: Que en la misma aparece la declaración prestada por Daniel Arroyo Ufano, vecino de Madrid, Marqués de Monasterio 8, 2º Izq. que dice así:

Que la primavera de 1936 estaba detenido en el Regimiento de Calatravas, 2 de Caballería, de Alcalá de Henares, y a causa de los sucesos desarrollados en Mayo de aquel año, fue condenado a tres años de prisión. Por estar enfermo cumplía la condena en el Hospital Militar de Carabanchel, desde junio del mismo año. Allí convivió en el Pabellón de Presos, con el GENERAL DON EDUARDO LÓPEZ OCHOA (procesado por la sofocación del movimiento revolucionario de octubre de 1934) y con el Comandante de Infantería retirado, y a la vez Consejero Nacional de Falange Española, D. EMILIO ALVARGONZÁLEZ MATALOBOS (estaba procesado por propagandista de la U.M.E.). Con anterioridad al Movimiento Nacional, le dijo el general López Ochoa que, aunque no tenía ideas religiosas, como la Patria estaba en peligro, debían unirse todos para salvarla; que él estaba comprometido para el Alzamiento Nacional en proyecto, que el día que éste se iniciara, iría a buscarle una Unidad de uno de los Regimientos que había en el Campamento de Carabanchel (posteriormente supo que sería el de Artillería de a Caballo y que el día 20 de julio habían tenido ensillado un caballo tordo claro para ir a buscar al General). El Comandante Alvargonzález y el declarante, se ofrecieron resueltamente al General López Ochoa para seguirle. A las tres de la madrugada del lunes 20 de julio, se oyeron tiros de cañón hacia el aeródromo de Cuatro Vientos (supo posteriormente eran del Regimiento de Artillería a Caballo, que unido al Alzamiento Nacional estaba disparando sobre el aeródromo). Ha sabido que aquella misma madrugada, el Regimiento de Artillería ligera de Getafe, unido también al Movimiento, estuvo disparando sobre el aeródromo de Getafe. A las tres y media o cuatro de aquella madrugada, oyó el bombardeo de la Aviación Roja sobre el Campamento de Carabanchel, en donde se habían sumado a la causa Nacional, además del Regimiento de Artillería a Caballo antedicho, el Batallón de Zapadores Nº 7. Hasta las diez de la mañana, estuvo volando y bombardeando constantemente la aviación roja. Ya cerca del mediodía empezó a ser atacado el Campamento de Carabanchel por la artillería roja, que procedente de Vicálvaro iba mandado por sargentos, quienes previamente habían hecho presos a sus Jefes y Oficiales. Hechas dos o tres descargas cesó el fuego y sabe por referencias que las fuerzas de Carabanchel se rindieron y fueron hechas prisioneras. Oyó que aquella misma tarde, pasaban por frente al Hospital paisanos, llevando efectos procedentes del asalto de los Cuarteles. Fue vista una mujer con doce pistolas al cinto. Al mismo tiempo los enfermeros y sanitarios del Hospital empezaron a decir incesantemente que al General López Ochoa le iban a quemar envuelto en una manta empapada de gasolina. A los pocos días el Director del Hospital, Coronel de Sanidad Militar Sr. GONZÁLEZ DELEITO, se presentó en el Pabellón de Presos, acompañado del Comandante de Infantería, Jiménez Arroyo (estaba a las órdenes del enton-

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ces Ministro de la Guerra, General Castelló [Luis Castelló Pantoja fue titular de ese ministerio desde el 19 de julio al 6 de agosto de 1936]; fue al primero que vio la estrella de cinco puntas sobre el “mono” que vestía), con dos enfermeros que portaban una camilla en la que iba un Teniente de Inválidos, operado; el Coronel despidió a los enfermeros, dejando la camilla en el pasillo. El Coronel y Comandante dichos, pasaron a la celda del General López Ochoa. Este refirió aquella tarde al declarante lo siguiente: El Coronel González Deleito, manifestó al General que iban a intentar salvarle del propósito de las turbas de quemarle vivo; el Comandante Jiménez, haciéndole un signo masónico, le dijo: “Por orden del Ministro vengo a hacer lo que acaba de decir el Director”. El General contestó: “Confío en la caballerosidad de ustedes”. El General se metió en la camilla y le taparon de pies a cabeza; el Coronel llamó a los Sanitarios ordenándoles llevar aquella al Depósito de Cadáveres. Acompañados del Coronel y del Comandante, llevaron la camilla al Pabellón de Desinfección (que está junto al de cadáveres), dejándola en el suelo. López Ochoa oyó desde la camilla cómo se ponía en marcha el motor de un automóvil, que cree estaba muy cerca de él y situado al otro lado de la tapia, que rodea el Hospital. Al momento oyó un tiro y una voz que dijo: “Pon ese arma en el seguro, que no es la primera vez que se te escapa un tiro”; a los pocos momentos volvieron a conducir la camilla con el General al Pabellón de Presos, dejándola en su Celda. Creía López Ochoa, que aquel tiro fue una señal de alarma para los enfermeros que vigilaban, a fin de impedir sacasen del Hospital aquella camilla, y que por esto el Coronel y el Comandante no se decidieron a efectuarlo. Con frecuencia entraban en el Pabellón de Presos milicianos y milicianos que a todas horas del día y de la noche colmaban de amenazas e insultos al General López Ochoa. Recuerda el declarante de una madrugada en que les despertaron dos milicianos y una miliciana y ésta le dijo al General que le había de cortar los cojones. Los Oficiales de Guardia, que eran del Regimiento de Ferrocarriles, no se atrevían a impedirlo. El 17 de agosto de 1936 [siendo por tanto ya ministro de la Guerra el que lo fue del 6 de agosto al 4 de septiembre de 1936, Juan Hernández Sarabia], como a las dos de la tarde empezó a oírse que en el interior del Hospital, rodeando el Pabellón de Presos, se formaba un tumulto del Populacho, que pedía la cabeza de López Ochoa. Para entonces ya el anteriormente Director del Hospital, Coronel GONZÁLEZ DELEITO, había sido asesinado por el Ateneo Libertario de Mataderos, y ejercía el cargo de Director el Comandante de Sanidad Moreno Barbasán (está preso en Madrid). Este Director bajó al Cuerpo de Guardia y dio orden al Oficial que la mandaba que era el Teniente del 2º Regimiento de Ferrocarriles, Manuel Granados Prieto (oyó decir que posteriormente se pasó al campo Nacional) que entregase a las turbas al General López Ochoa. Vio que acto seguido entraban en el Pabellón de Presos, el presidente del Comité de Funcionarios del Hospital y dijo: “Ochoa venimos por ti”. El General que estaba en pijama y zapatillas, preguntó: “¿Me permitís cambiar de ropa?”, y replicó el Presidente: “No, a dnode vas puedes ir así”. López Ochoa, sereno y sonriente, le siguió. En la Puerta de Hierro, el Presidente del Comité llamó a la escolta, y acudieron a la cancela 10 ó 12 milicianos armados, que, cogidos de la mano, formaron un corro, metieron en él al General López Ochoa y al Presidente, y se los llevaron. Desde la ventana, vieron cómo se los llevaban, entre los gritos de una multitud de varios centenares, que vociferaba: “¡Viva Rusia!” “¡Viva el Ejército Rojo!” “¡Mueran los traidores!” Perdió de vista aquella multitud y no había pasado un cuarto de hora cuando oyó tres descargas y numerosos disparos sueltos. Aquella misma tarde supo por un sanitario del Hospital que en cuanto sacaron al General del recinto del Hospital, le pusieron contra la tapia, dispuestos a fusilarle, y como López Ochoa dijese: “Aquí vais a meter los tiros en

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el Hospital y a matar a alguno del mismo”, el Presidente del Comité dispuso que lo llevaran a un altozano, distante como unos 300 metros y contra él lo mataron, con las descargas que el declarante había oído. El mismo sanitario le refirió que una vez que la chusma se alejó un miliciano se llegó al cadáver y lo decapitó, y clavando la cabeza en la punta de un machete, la trajo a los Barrios Bajos, hasta que al llegar a la Plaza Mayor, un Guardia de Asalto se la quitó, llevándola al Ministerio de la Gobernación [El ministro, desde el 19 de julio al 4 de septiembre, era el militar de caballería Sebastián Pozas Perea]. A principio de septiembre de 1936 supo el Comandante EMILIO ALVARGONZÁLEZ que en Madrid habían recogido los libros de acta de Falange, en que aparecían sus firmas. Convencido por ello de que lo asesinarían, hizo testimonio [¿testamento?] y comentó con el declarante que cuando fueran a buscarle estaba decidido a no salir, pues prefería que le matasen allí mismo y luchando. El 9 de aquel septiembre, mientras comían, se presentaron para llevárselo dos individuos del Radio Comunista Nº 9 lo que no lograron, por oponerse el Oficial del barrio que lo era el Alférez del 2º Regimiento de Ferrocarriles, Casimiro González Calatrava (oyó decir que posteriormente se pasó al campo Nacional). A las 17 de aquella tarde, el Capitán de la Escala de Reserva cuyo nombre ignora, que estaba de jefe de servicio aquel día, estuvo hablando media hora con el Comandante Alvargonzález y le convenció que debía acceder al traslado pretendido por aquellos comunistas y presentarse a la Justicia popular que era muy sana y seguidamente aquellos dos comunistas le condujeron al Sanatorio de Francisco Rojas, en el Paseo de Luchana. Sabe que allí permaneció cuatro días, pasados los cuales desapareció.

El declarante siguió en el Hospital de Carabanchel hasta que el cuatro de noviembre de 1936 fue trasladado a la Cárcel Modelo, y de ésta el 17 del mismo noviembre a la Prisión de Porlier, donde estuvo hasta el 9 de julio de 1937 que le condujeron al Hospital Prisión.

Mientras permaneció en la Prisión Porlier, hicieron varias sacas de presos para asesinarlos. Al declarante le eligió una vez para ir a la muerte en una de aquellas expediciones, el Oficial de prisiones apellidado Menéndez.

Las sacas de presos en Porlier, las dirigía un individuo llamado Lázaro (era vendedor de caramelos; está preso en Valencia), que era Presidente del “Comité de Responsables”. Había uno de estos “Responsables” para cada galería de la prisión.

El declarante manifiesta que una columna roja, en la que iban Guardias de Asalto, hizo prisioneros a los Jefes y Oficiales del Regimiento de Artillería de Guarnición de Vicálvaro, explicándose con esto que fueran sargentos los que mandaran las baterías que dispararon sobre el Campamento de Carabanchel.

Ratifícase, previa lectura, y firma S.S. Doy fe.

Y para que conste y cumpliendo lo ordenado expido el presente testimonio escrito en unos pliegos de papel de oficio Nºs. 7,165,943 y L. 9,641,435, que firmo, sello y rubrico en Madrid 25 de Mayo de 1939.

EL SECRETARIO

(Rúbrica y escrito a mano el número: 2.299)
el asesinato tuvo lugar en el cerro Almodóvar, Vallecas. Pero ese cerro dista del hospital más de 10 km en línea recta, y más de 16 por carretera.

El lugar del crimen es, más probablemente, el actual helipuerto del Hospital Gómez Ulla. El 28 de agosto de 1976, F. García Pavón publicaba en ABC un artículo -titulado “Por cuatro milímetros”, según el cual Deleito (cuya muerte sitúa erróneamente a la vez que la de López Ochoa) habría sido quien permitió en 1907 que Franco entrara en la Academia de Infantería, a pesar de no tener la talla mínima:

“Según los datos que me ofreció amablemente el profesor de Derecho, don Nicolás González-Deleito y Domingo, el entonces jovencísimo ferrolano Francisco Franco Bahamonde, se presentó a aquella convocatoria de la Academia toledana. El tribunal para juzgar la aptitud física de los pretendientes estaba compuesto por los médicos de la Academia: don Juan Benedid Borao y don Federico González Deleito, junto al médico de la Fábrica de Armas de Toledo, don Venancio Plaza Marcos.

De acuerdo con la reglamentación entonces seguida, el aspirante Francisco Franco no podía pasar el “examen físico”. “No daba la talla”, por tres o cuatro milímetros.

A la hora de fallar, los miembros del Tribunal Médico Militar discutieron, y al fin, prevaleció el criterio racional del entonces capitán y doctor en medicina don Federico González Deleito, de que un adolescente, que todavía no había cumplido los quince años, podía crecer hasta los veinte. (El doctor González Deleito, por lo general muy “ordenancista y reglamentarista”, adoptó esta actitud flexible, y convenció a sus colegas... No en balde había estado en Alemania, patrocinado por el Gobierno, donde realizó estudios sobre el crecimiento.)

El 18 de julio de 1936, don Federico González Deleito es coronel-médico y director del Hospital Militar de Carabanchel. Y a su cargo, en calidad de procesado por los excesos en la represión de la “Revolución de Asturias”, el general don Eduardo López de Ochoa y Portuondo, designado por el Gobierno Lerroux para el mando supremo de las fuerzas encargadas de sofocar aquella rebelión de octubre de 1934.

El 14 de agosto de 1936, los grupos extremistas e incontrolados, matan violentamente al general López de Ochoa... y al coronel-director del Hospital, González Deleito, que había tratado de salvar a su paciente por todos los medios.”

ALDEBARAN 24

EDITORIAL DE “EL PAÍS” 1977.



J. Cabeza.

Publicado el día de la aprobación de la ley de amnistía el 15 de Octubre del  77: ”Amnistía al fin, es un acto excepcional, justificado por la razón de estado y por la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva de acontecimientos tan cruentos y dolorosos para un pueblo, como es una guerra civil y una larga dictadura.

En la España democrática debe desde ahora mirar hacia delante, olvidar las responsabilidades y los hechos de la guerra civil, hacer abstracción de los cuarenta años de dictadura. La mirada hacia el pasado sólo debe tener como propósito la reflexión sobre las causas de la catástrofe y la forma de impedir su repetición. Un pueblo no puede ni debe carecer de memoria, pero esta debe servirle para alimentar proyectos pacíficos de convivencia hacia el futuro y no para nutrir rencores del pasado”.

Que pronto olvidó El País el espíritu de concordia de la transición, luego, ha sido correa de transmisión del poder del PSOE y éste, olvidando aquella transición, ha revivido viejos rencores con fines electoralistas siendo una postura bastante negativa. La coherencia es algo que falta mucho por nuestra tierra en general, y por las filas llamadas así mismas progresistas en particular.

Azaña pidió piedad y perdón a la hora de su muerte, nunca he oído o visto escrito alguno de los intelectuales o progresistas instando a que también la izquierda pida perdón, ni siquiera reconoce también los crímenes cometidos por ellas, tampoco por el golpe de estado revolucionario de Octubre de 1934 con más de tres mil muertos y cientos de asesinatos, a manos de los sindicatos de izquierdas. Tampoco hablan nunca de la terrible represión de anarquistas, ni les interesa esclarecer la terrible tortura y asesinato del líder anarquista Nin y el POUM a manos de los comunistas, pregunten a Carrillo: ¿cuántas fosas comunes habrá de los miles de anarquistas que se cargaron? Éstas no les interesa abrirlas.

En Alcalá de Henares se abrieron unas fosas y ¡sorpresa! Eran asesinados de los republicanos y se creía que entre ellos estaba Nin. ¡Sorpresa! Garzón manda tapar la fosa.

En  otra que se creía que era asesinatos franquistas, ¡sorpresa! Eran montones de camisas azules, decisión, volver a taparla.

Tampoco mencionan los más de seis mil asesinatos de religiosos, sólo mencionan que la Iglesia se posicionó al lado de Franco; yo me  pregunto: ¿es que se iban a poner del lado de los que los perseguían y asesinaban buscando su exterminio? Con esto, sólo pretendo, que si queremos recordar hagamos todos memoria. Carrillo goza de una excelente.

En Colombres, dónde la impotencia de la derrota asesinó en Agosto de 1937 a 107 guardias y militares, procedentes del cuartel de Gijón y que los rojos (por utilizar el término de la época) habían arrastrado como prisioneros de guerra. A ninguno se le aplicó el estatuto internacional de prisioneros de guerra. Curiosamente, todos habían luchado bajo la bandera republicana. En la lápida puede leerse: a los 107 españoles que inmoló el comunismo en este lugar de la Francia (Agosto 1937).

En 1988 la Asociación Victimas de Paracuellos presentó una querella en la Audiencia Nacional contra Carrillo, Garzón la desestimó y tachó a los querellantes de obrar de mala fe, desestimó más de cuatro mil personas ejecutadas sin juicio, se negó a investigar estas matanzas de Paracuellos argumentando que no había delito contra altos organismos de la nación. ¿Qué son las decenas de magistrados, diputados, concejales o generales? El listado no deja lugar a dudas. Garzón prefirió las víctimas del franquismo.

La cárcel Modelo de Madrid fue otro sangriento escenario de ejecuciones también sin juicio y de altos cargos de la nación. Y Garzón tampoco los investigó.

Tras la apertura de los archivos de la antigua URSS, quedó claro lo que muchos historiadores sabían; Carrillo dio la orden de asesinar a los detenidos.

Ésta es la actitud de Garzón en su cruzada, encausó a Pinochet, pero no aceptó otras acusaciones formuladas ante la Audiencia Nacional, abusos de Obiant o Fidel Castro. Y por supuesto tampoco de Carrillo.

Los cristianos en Vietnam son víctimas de las autoridades comunistas, han atacado treinta dos pueblos para someterlos al pensamiento del partido. Llevan décadas acosados y perseguidos por el régimen comunista vietnamita, miles han abandonado el país. Aunque parezca mentira Vietnam pertenece a las Naciones Unidas

Los que ensalzan a Garzón apoyan a dictaduras sangrientas, no es extraño que desprecien las garantías constitucionales, que el juez ha pisoteado. El juicio empezó con intimidación al tribunal que le debe juzgar, con la presencia a las puertas de los políticos de clara extrema izquierda y activistas de la memoria histórica. No quieren justicia, sólo les molesta que se exija rigor jurídico a los funcionarios que instruyen causas como las que ellos pretenden legitimar, el pasado tenebroso de la izquierda.

Garzón se negó a investigar a Carrillo, que está vivo, y según su perversa noción de la Justicia  dijo: que estaba bajo la amnistía de la transición. ¿En qué quedamos? ¿La amnistía vale para todos o sólo para quien él interprete?

Esta izquierda radical es heredera del absolutismo, su lema podría ser: la democracia soy yo; se ha apropiado ilegitímenme de la democracia, cierto que lo hace con el consentimiento de la derecha política y cultural. De este modo, la democracia deja de ser lo que es, soberanía popular, gobierno limitado, división de poderes, derechos y libertades, etc… para convertirse en hegemonía. La democracia es la izquierda. Sólo la izquierda es democrática.

¡Ya te digo! Mucho de esto ocurrió en la II República y así acabó.

domingo, 5 de febrero de 2012

La hoz, el martillo, la rosa (y la bomba)

 Carlos Semprún Maura


Marxismo
No nos llamemos a engaño, ni despreciemos tontamente al adversario: el marxismo fue una ideología muy estructurada, muy consecuente, infinitamente más sólida, digamos, que otras ideologías del siglo XIX (empleo el pasado porque estoy hablando de un difunto). Por su carácter globalizador (abarcaba todos los aspectos de la vida social: economía, política, filosofía, historia), y porque tenía explicaciones y soluciones para todo, vida pública y privada, arte o guerra, progreso o reacción, representaba una fuerza gigantesca que movilizó a millones de personas en el mundo entero, sin que todos sus fieles conocieran la teoría al dedillo: ni habían leído El capital, por ejemplo. Y es precisamente eso lo que constituyó, paradójicamente, su fuerza: incluso los que sólo conocían algunos elementos vulgarizados de la doctrina estaban dispuestos a morir y matar por ella. Porque el pensamiento complejo de Marx podía traducirse en términos relativamente sencillos, y sin lugar a dudas simplistas, pero movilizadores: lucha de clases, odio a la burguesía, odio al capitalismo, exaltación del papel histórico del proletariado –que no debía confundirse con los pobres–... esas y otras ideas simplistas, sacadas de la teoría, tuvieron una influencia indudable.
Una ideología tan estructurada y coherente, tan fácilmente adaptable a la acción política y sindical cotidiana, no podía por menos que ser a la vez dogmática. La fuerza y la debilidad del marxismo fue su dogmatismo. Algo parecido ocurre con ciertas religiones, y sin lugar a dudas con el islam. No pretendo dar la vuelta al marxismo en veinte líneas, pero califico como totalmente dogmáticos sus fundamentos: el materialismo histórico, o sea el análisis de las "estructuras": modos de producción, economía, historia, lucha de clases, y el materialismo dialéctico, o sea el análisis de las "superestructuras": ideologías, filosofías, religiones, estética, etcétera. Las superestructuras dependerían de las estructuras, lo cual constituye una imbecilidad, porque un musulmán sigue siendo un musulmán ante un arado y ante un ordenador; puede que este ejemplo sea demasiado sencillo, pero no es falso, en absoluto. Marx estaba convencido de que las religiones desaparecerían con el progreso de las "fuerzas productivas".
Lo malo para el marxismo y su padre fundador, Carlos Marx, es que era una teoría, aunque inteligente y formidablemente eficaz, errónea; no siempre en los detalles, pero sí en lo esencial. Veamos algún ejemplo: el arquetipo del proletario según Marx, el minero, el metalúrgico, el obrero industrial, ese portador de valores eternos, la palanca de la revolución social, ha dejado pasado a los robots. La modernidad marxista en el modo de producción es una máquina inteligente, compleja, inventada y dirigida por hombres, que arroja a los obreros industriales a un papel segundario, cuando no al rango, despreciado por Marx, del lumpemproletariado; o al paro. El papel de los hombres y las mujeres en la producción ha cambiado sustancialmente –al menos en los países desarrollados–, y el obrero decimonónico, a la vez explotado y actor fundamental en la producción, se ha convertido en un técnico que trabaja ante un tablero de ordenador. O sea, que accede a la clase más inteligente desde hace siglos: la burguesía. No todos, desde luego, pero los otros, repito, y siempre en la óptica marxista, se han convertido en desgraciados, lumpen, marginados.
Al contrario de lo que pensaban revolucionarios tan diferentes como Bakunin y Mao, que consideraban al campesinado una fuerza potencialmente revolucionaria, Marx desconfiaba de los campesinos, como si el hecho de ser propietario de media área, pongamos, convirtiera a esos pequeños propietarios en reaccionarios. Los jornaleros sí podían, siempre según Marx, convertirse en potenciales aliados de la clase obrera revolucionaria, pero nada más. Dictaminó quiénes eran los buenos y quiénes los malos ignorando soberbiamente la pasión absoluta de los jornaleros por convertirse en pequeños propietarios. El desprecio de los regímenes comunistas hacia el apego de los campesinos por sus tierras constituye uno de los elementos fundamentales de las catástrofes agrícolas que azotaron los países sojuzgados por aquellos; catástrofes que se cobraron la vida, por hambre, de millones de personas. 
El marxismo contenía igualmente errores fundamentales en lo relacionado con la propiedad privada, el mercado y todo lo que hace dinámico al capitalismo. Para Marx y sus discípulos la propiedad privada constituía "el freno absoluto al desarrollo de las fuerzas productivas". Para Proudhon, más poético pero igual de equivocado, la propiedad privada era nada menos que un robo. Salta a la vista que los dirigentes comunistas chinos actuales, para sacar a su país de la penuria y el hambre, se han saltado a la torera los sacrosantos principios marxistas sobre la planificación socialista de la economía y la abolición de la propiedad privada y se han lanzado por el sendero luminoso del capitalismo; con los resultados que todo el mundo conoce y muchos temen. En Rusia ha ocurrido algo semejante.
Evidentemente, con el paso del tiempo y la aparición de grandes potencias comunistas: la URSS primero y luego China, la teoría marxista evolucionó, alcanzando incluso excesos y exageraciones que, hasta cierto punto, se apartaban de la doctrina primigenia: recordemos, por ejemplo, los delirios sectarios del realismo socialista en arte y literatura, o la ciencia proletaria, con sus estafas convertidas en dogmas de un Lisenko, sin ir más lejos.
El delirio soviético pretendía demostrar que había una ciencia proletaria, una sanidad proletaria, un arte proletario ("Si el proletario fuera capaz de crear su propio arte, ello significaría que la revolución proletaria es inútil", escribió Trotski.); y, sobre todo, una política y un poder proletarios.
Un sofisma se ha puesto de moda estos últimos años, con la discusión sobre si se puede equiparar nazismo y comunismo. Algunos, para exculparse, declaran: "Se iba al comunismo por amor, y al nazismo por odio". Suena un redoble de tambores, se enjugan las lágrimas y se sacan las fotos de la familia. Esto es totalmente falso: empleando la misma jerga infantil, puede decirse que se iba al nazismo por amor al pueblo y a la nación alemanas, así como por odio a sus enemigos (sobre todo los judíos) y por desprecio hacia las razas inferiores (gitanos, negros, etcétera). Pero es que el odio no falta –o faltaba– en las filas comunistas: odio al burgués, al capitalista, a los trotskistas, a los socialtraidores, a los anarquistas, a los franquistas; odio al Otro, a los otros. Y aparte del "culto a la personalidad" de los jefes, del amor a la disciplina de partido, a la potencia del movimiento comunista internacional y a un par de dogmas, yo no vi mucho "amor" en mi paso por el PC; en cambio si vi mucho odio, y bastante desconfianza y antipatía por ese burgués que juega a ser comunista, por ejemplo yo. (Lo de "juega" no era totalmente falso).
Todos sabemos que, para Marx, ninguna teoría, por muy inteligente que pareciera, tenía el menor valor si no se encarnaba en la práctica, en la praxis. Y es precisamente la praxis lo que condena al comunismo como el totalitarismo más criminal de la Historia, el más peligroso, el que ha durado más tiempo, el que más extensión ha alcanzado, infinitamente más que el nazismo. Ya podrán los sofistas, los arqueólogos, los cínicos, discutir hasta el infinito sobre la culpabilidad del marxismo en ese desastre: lo que nos interesa es, precisamente, el desastre. Y el nexo entre Marx y el Gulag me parece tan evidente que me extraña que personas inteligentes como Claude Lefort –y muchos más– lo nieguen, y hasta lo consideren extravagante, ya que la abolición de la propiedad privada, la destrucción del capitalismo, la eliminación física de la burguesía, la dictadura del proletariado –con la consiguiente destrucción de la democracia burguesa "formal"–, el papel prepotente del Estado, el control burocrático de los ciudadanos por el poder comunista... todo eso forma parte de los principios de base del marxismo. Con todo, haré dos observaciones: 1) la aplicación de la doctrina ha exigido adaptaciones, pero eso, siempre empleando la jerga marxista, demuestra que la teoría, enfrentada a la praxis, debe evolucionar; 2) la absoluta admiración de Marx por el capitalismo le llevaba a admirar su dinamismo revolucionario incluso cuando aseguraba, erróneamente, que había caducado y que el socialismo sería infinitamente superior.
Implosión y explosión
Todo esto son trapos sucios y viejos oropeles, aunque algunos gurús marxistas sigan afirmando que todo estaba previsto por Marx, el nacimiento y muerte de la URSS como el calentamiento del planeta y otras sandeces; el planeta comunista ha explotado, desde luego, pero no debido al clima, y el régimen más monstruoso de la Historia, con más de cien millones de víctimas, se ha hundido, gigantesca victoria para el capitalismo y la democracia... que no se acepta y que en absoluto elimina nuevos peligros. Ahora bien, ¿cuál es el elemento que une al comunismo triunfante de hace pocos años con los rescoldos revolucionarios de hoy? El odio, esencialmente el odio, que se ha acrecentado en ciertos sectores debido, precisamente, a esa derrota.
Paralelamente a la evolución de la izquierda revolucionaria hacia el terrorismo y el nihilismo, la mayoría, convertida en socialburocracia –tras haber fagocitado a importantes sectores comunistas–, también ha evolucionado hacia el desconcierto doctrinal absoluto. El abandono de la hoz y el martillo, símbolo de la unión revolucionaria de la clase obrera y los campesinos, y su sustitución por la rosa no es ni inocente ni fortuita. (El puño, que pretende recordar el que se alzaba antaño, resulta ser como el maquillaje de la vieja cupletista que intenta preservar algo de su difunta belleza juvenil). Tampoco es inocente ni casual que ese emblema socialburócrata surgiera en Francia (y de ahí pasó a España y a otros países) después de que Mitterrand sacara adelante su OPA hostil contra el PS. Modelo ejemplar para los beatos por haber ocupado durante 14 años la Presidencia de la república francesa, Mitterrand no fue nunca socialista, y menos aún marxista. Queriéndolo o no, esa rosa recuerda mucho más al amor de las ladies británicas por sus rosales, o la novata afición de los funcionarios socialmasones por sus fermettes secondaires, que a las luchas del movimiento obrero.
No todo se limita a símbolos: aparte el New Labour Party y su Tercera Vía, muy timoratamente reformista, los PS europeos han abandonado por completo la teoría marxista, así como su versión socialdemócrata, y no la han sustituido con nada, o sólo con bazofias confusamente izquierdistas, pacifistas (bueno, existía una tradición pacifista en la socialdemocracia), ecológicas y caritativas. Lo único que aparece bajo los diversos oropeles, como aparece la piel arrugada de la vieja puta bajo su minifalda, es la defensa intransigente del capitalismo de Estado –bajo el apodo de "Estado de Bienestar"– y el apego sectario a la burocratización de la vida social y privada. Eso fue precisamente lo que destruyó Margaret Thatcher en el Reino Unido.
En Francia, en varios platós de televisión y cuando hay elecciones de por medio, el niño litri Olivier Besancenot, candidato perpetuo de la LCR trotskista a la Presidencia, que tiene cierto éxito mediático por su pinta de joven bobo, que despierta turbios instintos maternales en muchas mujeres y en ciertos hombres, se lamenta reiteradamente de ya nadie en la izquierda exija la abolición de la propiedad privada, de que nadie siga siendo firmemente anticapitalista. Lo que pueda decir ese memo no tiene la menor importancia, pero en este caso constata un hecho: los propios comunistas, que se pretenden la izquierda de la izquierda, proponen "superar el capitalismo", ya no se atreven a propugnar su "destrucción". En España ocurre lo mismo: me imagino que nadie espera que Zapatero, Solbes o Cebrián, pongamos, vayan a exigir la abolición de la propiedad privada, por mucho que algunos pronuncien frases demagógicas y confusamenteanticapitalistas.
No obstante, esta gigantesca victoria histórica ha producido pocos beneficios políticos, las cosas como son. El triunfador absoluto es el capitalismo, que ya no tiene serios obstáculos, como pudo serlo el comunismo; que ni siquiera tiene enemigos en los países y movimientos que se han convertido en nuestros peores enemigos, es decir, en el mundo islámico. Para dar el primer ejemplo que se me ocurre: Ben Laden y sus cómplices, en términos de anticapitalismo, nada tienen que ver con Lenin y Stalin, al revés. Con algunos retoques simbólicos y coránicos, el islam, incluido el radical y terrorista, es favorable al capitalismo. Por no hablar de lo más evidente, que el petróleo y los petrodólares, el sistema financiero y bancario islámico –que subvenciona el terrorismo, y de paso la construcción de mezquitas y de escuelas coránicas–, se extienden por el mundo exitosamente. Por lo tanto, tenemos que ser conscientes de algo radicalmente nuevo: nuestro enemigo principal, hoy, no es anticapitalista (ni los comunistas chinos).
No se puede hablar seriamente de un avance consecuente de las ideas, los partidos, las realizaciones liberales, en el terreno político; ni siquiera en el económico, o no lo suficiente. Ni en Rusia ni en China, por ejemplo, el capitalismo es liberal. Ni siquiera lo es bastante en Europa; un poco más, y es tradicional, en los países anglosajones. Esto no impide, al revés, que en muchos países, sobre todo en Francia, el término liberal se haya convertido en un insulto, sinónimo del capitalismo más cruel, y que algunos hasta se atrevan a disertar sobre el "totalitarismo liberal". Como ya he escrito en varias ocasiones, esto sólo revela el odio a la libertad de amplios sectores de la izquierda y de toda la extrema izquierda, cuyo fundamento esencial es, precisamente, el odio; en eso se asemejan a los islamistas radicales.
La izquierda y la yihad
El 5 de octubre de 2006 Fred Halliday, profesor de la London School of Economics, publicaba en El País un interesante artículo, titulado "La izquierda y la yihad", en el que señala algo aparentemente evidente: la oposición radical entre una ideología más o menos marxista y el islam, especialmente el integrista. Son, viene a decir, dos concepciones opuestas. Más que recordar los principios contrapuestos de ambas concepciones, relata casos concretos de colaboración contranatura. Pero para nada tiene en cuenta el elemento fundamental de esa traición, o abandono de los principios: el odio, un odio irracional, no ya basado en el análisis aparentemente racional de la superioridad del socialismo frente al capitalismo, ni siquiera de la necesidad objetiva de la violencia, "partera de la historia", para conquistar el paraíso terrenal, o al menos una sociedad más justa y perdurable; movida y cegada por el odio, la izquierda revolucionaria ha abandonado todo proyecto de sociedad diferente –si lo tiene, lo tiene escondido en el cofre de algún paraíso fiscal–. Un odio que le mueve a aplaudir el terrorismo islámico, cuando no a colaborar con él, puesto que va dirigido contra el Gran Satán, el máximo culpable de todo, los USA, y sus cómplices, el peor de ellos, por supuesto, Israel. Pero no el único: Tony Blair en el Reino Unido, José María Aznar (¡ay!), ayer, en España, algunos más, no tantos, también están simbólicamente condenados a muerte.
Aquí yo sólo veo odio, repito, sin el menor boceto de sociedad diferente. De ahí que no se pueda hablar de nihilismo y terrorismo, sin necesidad de referencias históricas o literarias.
Claro que también están los listos, o los que se pasan de listos, y los cínicos, que piensan poder apoyarse en el islamismo radical, pero únicamente como carne de cañón contra el "imperialismo yanqui". Así, Fred Halliday parece extrañarse de que, "hace poco", unos "manifestantes radicales vascos" marcharan "precedidos por un militante que ondeaba una bandera del Hezbolá". Pues nada tiene de extraño, y en París y otras capitales europeas hace años que ondean banderas del Hezbolá, de Hamás y de otras organizaciones terroristas, por ejemplo en las manifestaciones "contra la guerra en Irak". Al mismo tiempo, pululan gritos y consignas como "¡Mueran los judíos!" o "¡Israel, nazi!". Lo de "¡Israel, nazi!" es doblemente peregrino, porque muchos de los que lo gritan, como "Sharon: Hitler", añaden a renglón seguido que Hitler tenía razón en lo relacionado con el exterminio de los judíos... Pero ésta no es la única incoherencia de la actual izquierda revolucionaria.
También señala Halliday, con fría indignación, que la izquierda británica, el alcalde de Londres incluido (ilustre energúmeno, dicho sea de paso), había recibido como un héroe al jeque Yusuf al Qaradaui, líder de los Hermanos Musulmanes. O que Hugo Chávez tenga magníficas relaciones con los locos de Alá iraníes. Como Felipe González, y muchos más. Por ejemplo, los intereses económicos franceses en Irán se han multiplicado desde que los USA, también comercialmente, se retiraron de allí, tras la famosa agresión contra su embajada. Por ello, el Gobierno galo, como otros gobiernos de la UE, afirma que Irán es un factor de estabilidad, paz y progreso en la región. No hay un Gobierno en el mundo, no hay un presidente que profiera barbaridades del calibre de las que dice Ahmadineyad, que prepara abiertamente la guerra contra Israel –y la hace a través de Hezbolá– y contra Occidente y que, despreciando los amables consejos internacionales y las ofertas de "negociación", prepara cínicamente su arsenal de armas nucleares. A los locos de Alá iraníes se les perdona todo, no sólo porque tienen mucho petróleo, sino precisamente por su antiyanquismo y antisemitismo. Así van las cosas.
Recordando los decenios de enfrentamientos doctrinales, políticos y militares entre los estados y movimientos islámicos y los estados –en primer lugar, la URSS– y partidos comunistas y de izquierda antiimperialista (los unos eran "feudales" y reaccionarios y los otros eran ateos y luchaban contra el islam), Halliday critica el apoyo que los USA, y la diabólica CIA, dieron a los afganos en su guerra contra las tropas de ocupación soviéticas a partir de 1979 y hasta la derrota de la URSS porque dio pésimos resultados, por ejemplo, el régimen talibán y el aumento por doquier del terrorismo islámico. Es una manera "elegante", o más bien indirecta, de decir lo mismo que todos: que los USA siempre tienen la culpa de todo, y concretamente del incremento del terrorismo.
Vale la pena volver sobre el tema: en 1979, y en los años siguientes, la URSS y lo que quedaba del movimiento comunista prosoviético seguían constituyendo el peor enemigo y el mayor peligro para la democracia (con China), y la aventura militar en Afganistán fue planeada por el Kremlin como una primera etapa en su ofensiva generalizada contra Occidente. La segunda fue la instalación de cohetes nucleares en toda Europa del Este, detalle voluntariamente olvidado hoy. Pues bien, y resumiendo, la derrota soviética en Afganistán, debido a la resistencia afgana, ayudada por la CIA pero también por Pakistán y otros países musulmanes (y sin que quepa olvidar un segundo, pero se olvida en todas las redacciones y parlamentos, la falta absoluta de "espíritu combativo" de las propias tropas soviéticas, que sólo puede compararse, en mi opinión, con la desgana del ejército francés en 1940), dio al traste con las ilusiones guerreras y de conquista del Kremlin. ¿Cómo vamos a hacer la guerra con un ejército que se niega a guerrear? ¿Cómo vamos a conquistar la Europa democrática y rica si ni siquiera logramos mantenernos en Afganistán? Las cosas son siempre más complejas de lo aquí resumido, pero el caso es que la derrota soviética en Afganistán precipitó la crisis e implosión del totalitarismo comunista en la URSS y Europa del Este. Pocas veces la intervención de la "diabólica" CIA ha tenido resultados tan positivos, tan históricamente importantes. Sí, soy muy ingenuo y sigo convencido de que el desplome de la URSS y la liberación de Europa del Este fueron excelentes noticias.
Como tantas veces ocurre, ese magnífico resultado tuvo una contrapartida siniestra: la conquista del poder en Afganistán por los talibanes, pero ese resultado negativo es incomparablemente menos grave que lo ocurrido en 1945, cuando la victoria aliada contra el nazismo tuvo por contrapartida negativa el considerable reforzamiento del "nazismo rojo", como se calificó al totalitarismo comunista, y su rápida expansión por el mundo entero.
Después de la II Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, también el Próximo y el Medio Oriente se dividió, y había países en la zona de influencia soviética, con regímenes dictatoriales, cuando no sangrientas tiranías, pero muy bien aceptados por la izquierda occidental, por ser, o aparentarlo, laicos, progresistas, socialistas inclusive, de un socialismo árabe, que yo califico de nacional-socialismo; regímenes que eran presentados en muchas capitales europeas como infinitamente superiores a las viejas monarquías musulmanas feudales y conservadoras. Pues eso también es falso.
Como resulta difícil meter tantos bultos, tantos países, conflictos y peripecias en el espacio de un artículo, daré un solo ejemplo: en esa región, y por aquellos años, Irak, socialista y laico, era una tiranía infinitamente más represiva, sangrienta e intolerante que Arabia Saudí, país, sistema, régimen que aborrezco, por la condición infame impuesta a las mujeres y la falta de las más elementales libertades democráticas, así como por sus instituciones teocráticas y feudales.
Lo que quiero subrayar es que el nuevo totalitarismo islámico, su imperialismo y sus atentados terroristas constituyen un fenómeno muy peligroso pero reciente. Hace treinta años, pongamos, nada de todo ello existía, ni Al Qaeda, ni Hamás, ni Hezbolá, ni los talibanes, etcétera. Los movimientos islamistas radicales, como los Hermanos Musulmanes y algunos más, eran núcleos muy minoritarios, en África del Norte (sobre todo en Egipto), en Pakistán y en ciertos países asiáticos. La implosión de la URSS y la pérdida de su influencia en el extranjero impulsaron a tiranos como Sadam Husein o el sirio Hafez el Asad a "convertirse" al islam, y buscaron nuevos apoyos entre los que fueron sus enemigos hasta la víspera: los estados y movimientos islamistas radicales.
La propia Turquía, país oficialmente laico y miembro de la OTAN, se está islamizando a marchas forzadas desde la llegada al poder de Erdogán y su partido islamista. Si en Egipto los Hermanos Musulmanes lograron asesinar al gran estadista Anuar el Sadat, que había iniciado una reforma democrática en su país, expulsado a los "consejeros" soviéticos y firmado una paz verdadera con Israel, hoy constituyen allí una fuerza política y harto peligrosa. En Palestina, la OLP, que presumía de ser laica y socialista, estaba respaldada principalmente por Irak y Siria, países asimismo laicos y nacionalsocialistas; además, cada uno de ellos tenía su propio partido en el seno de la OLP: el Frente Popular para la Liberación de Palestina y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina. No puede olvidarse tampoco que países multimillonarios en petróleo, como Arabia Saudí y los emiratos del Golfo, mantienen desde hace años una política ambigua y un doble discurso: si luchan sin piedad contra el terrorismo en sus territorios, subvencionan el terrorismo islámico fuera de sus fronteras.
Halliday nos recuerda que Arabia Saudí creó en 1965 la Liga Islámica Mundial para luchar contra el socialismo ateo y la influencia de la URSS en la región. Lo mismo hacía la Liga Árabe. Hoy, las cosas han cambiado, aunque la Liga Islámica Mundial y la Liga Árabe prosiguen sus actividades, no ya contra la URSS, puesto que difunta, pero sí contra Israel y Occidente. Si la presencia financiera del capital saudí es impresionante en capitales como París y Londres, pongamos (¿quién sabe que los Campos Elíseos, "la avenida más bella del mundo", según los franceses, es propiedad saudí?), las mezquitas, las escuelas coránicas, los Institutos del Mundo Árabe crecen como hongos en todos los países occidentales y, además de propagar el Corán, adiestran a terroristas y a voluntarios para el suicidio islámico, preparan y realizan la yihad, en una palabra.
Desde 1948, lo esencial de la agresividad militar, política y diplomática del mundo árabo-musulmán va dirigida contra Israel: su destrucción constituye la meta de todos esos países. Israel se ha defendido heroicamente y aún está en pie, pese a tantas guerras y agresiones, pero el objetivo de su destrucción permanece, y se presentan nuevos peligros a partir de Irán y Siria y la radicalización islamista de organizaciones como Hamás y Hezbolá, subvencionadas y armadas no sólo por esos dos países, sino por muchos más, como Arabia Saudí, concretamente.
Paralelamente, los conflictos, y hasta guerras (como la de Irak-Irán), entre nacionalsocialistas árabes y tradicionalistas musulmanes se han resuelto con la victoria absoluta del islam sobre el socialismo árabe. Sigue habiendo conflictos, pero ya no entre socialistas y musulmanes, sino entre musulmanes moderados y radicales, entre sunnitas y chiitas, entre Hamás y Al Fatah, etcétera (lo cual da una baza extraordinaria a Occidente, que sería absurdo desdeñar). La mayoría de esos países y movimientos rivales son capaces de unirse contra Israel, sin lugar a dudas, pero también contra Occidente, como lo demuestra la racha de atentados en todo el mundo y en los países musulmanes no suficientemente radicales.
Echar la culpa del impresionante incremento, este último decenio, del terrorismo islámico, que ha logrado atacar a los USA, el corazón de Europa, Marruecos, Indonesia, Egipto, etcétera, a la política de George W. Bush, como hacen tantos, no sólo es una imbecilidad, es una coartada para la rendición. Lo que también es cierto es que no existe una explicación evidente, que pueda resumirse en cinco líneas, para ese incremento del terrorismo. Tratar de explicarlo, como hacen tantos, por un sentimiento de humillación, un deseo de "independencia" y hasta un justo deseo de venganza es de imbéciles, pero de imbéciles cómplices del terrorismo, que siempre lo justifican, cuando no colaboran con él.
Puede constatarse, no como explicación sino como elemento de análisis, que en la historia del islam siempre ha ocurrido lo mismo: siempre se da una resurgencia del fanatismo religioso, que pregona (y cumple) el retorno a la yihad contra los infieles, sobre todo occidentales –pero los budistas, los hindis y demás también son infieles para ellos–, así como contra los propios musulmanes considerados por los fanáticos como demasiado "moderados", los que no cumplen a rajatabla las leyes coránicas, los que están demasiado contaminados por los valores occidentales de tolerancia y democracia. Si soy incapaz de explicar porqué se da ahora esa resurgencia del fanatismo terrorista islámico, encuentro fácil constatar que los estados terroristas son estados independientes y ricos, que los movimientos terroristas chorrean petrodólares (Hamás no tendrá dinero para dar de comer a los palestinos, pero sí para armar hasta a los niños, lo cual resulta mucho más caro) que y lo de la pobreza es una broma de mal gusto: ni los países, ni los gobernantes, ni los ejércitos ni las organizaciones terroristas son pobres; son pobres las mujeres, los campesinos, los obreros y los intelectuales. Por cierto, no vendría mal introducir algo de la marxista "lucha de clases" en el mundo árabo-musulmán, totalmente superada en Occidente.
El caso es que el terrorista islamista está en casa, y cena con nosotros. Las bombas pueden estallar cualquier día, en cualquier lugar y bajo cualquier forma: bombas humanas, coches-bomba, bombas bacteriológicas, pronto bombas nucleares miniaturizadas. Occidente, por ahora, está no sólo a la defensiva, sino dividido, las guerras de Irak y Afganistán están empantanadas, esencialmente porque los aliados no se deciden a hacer realmente la guerra. ¿Para reducir al máximo el número de víctimas? Pues está visto que esas guerras endémicas son, a la larga, mucho más sangrientas. Frente a la ofensiva generalizada del islam radical, muchas democracias eluden la realidad del peligro, o prefieren capitular de antemano, y hasta traicionar. Grandes potencias híbridas como Rusia y China –la primera, capitalismo de Estado y democracia bajo control estatal; la segunda, dictadura de partido único comunista y de capitalismo conquistador (una novedad histórica no prevista por el marxismo, maniatado por sus dogmas)– pueden perfectamente alinearse con el islamismo radical cuando lo consideren útil a sus intereses nacionales o económicos (China es un ogro en el consumo de petróleo, que no produce).
La situación, pues, es grave, y se agrava por la cobardía interesada de tantos países supuestamente democráticos. En contra de la teoría marxista, la prioridad no es únicamente "el desarrollo de las fuerzas productivas", sino sobre todo la libertad de los individuos en sociedades libres. La guerra de los cien años.

ALDEBARAN23

NO HAY PEOR DESPRECIO A LA JUSTICIA QUE PROCLAMAR LA INOCENCIA DE GARZÓN DIGAN LO QUE DIGAN LOS JUECES.

J. Cabeza.

Es la izquierda radical que está volcada en su inocencia y denigrando el estado de derecho. En sus opiniones sectarias llegan a decir que hay represalias contra el juez y que algunos jueces se han conjurado contra Garzón. Es su forma de contarlo, no mencionan que se le juzga por instruir en caso del franquismo y las fosas sin tener competencia para ello. Sus defensores pretenden la impunidad del juez cuando ha vulnerado la ley. Lo han sentado en el banquillo porque los tribunales han visto materia para juzgarle. Para algunos, las decisiones judiciales van y vienen dependiendo de los intereses políticos e ideológicos.

Garzón, en los últimos tiempos ha sido todo lo que un juez no debe ser, la progresía no encuentra un pero a este juez estrella; es una rebelión contra la realidad y los hechos, Garzón es controvertido y provocador, interpuso sus intereses al principio de legalidad, ha instruido mal, sumarios anulados, casos que atrasa o coge según la notoriedad que le pueda aportar, por mucho que sus defensores lo quieran convertir en victimas, cuando si es un símbolo de algo, es de sí mismo.

La pasada legislatura se aprobó subvenciones para varias organizaciones del movimiento “solidarios con Garzón”, no aceptan que se le juzgue, en uno de los tres casos que tiene abierto: el de asumir una competencia para investigar los crímenes franquistas, cuando no lo tenía para ello; se le comunicó y siguió, por ello tiene que responder ante el tribunal.

Son las asociaciones para la memoria histórica, los foros y fundaciones y amnistía internacional, los que defienden que Garzón se salte la ley. ¿Está Garzón por encima del bien y del mal? Con su  dialéctica marxista intentan distraer las verdaderas causas por la que está en el banquillo. No hay materia política y social sobre la que no se pronuncie los cejateros, actores y cantantes y demás comparsa. La Bardem es una inculta por mucho que grite, nunca se pronuncian sobre dictaduras comunistas, unos se creen  Napoleón, otros ven el espejo a Lenin, se dejan llevar por el narcicismo y se acaba haciendo el ridículo, pero así prospera la cultura del chollo y el trinque clientelar, es la mediocridad cultural que pagamos a tocateja (entiéndase subvenciones), con excepciones honrosas y valientes.

La plataforma “solidarios con Garzón” integrada por las asociaciones de memoria histórica han convocado una manifestación, entre ellos los sindicalistas  Cándido Méndez y  Toxo, Diego Valderas, Cayo Lara, los Barden (por supuesto), Llamazares y Cerolo… portan banderas republicanas cuando la constitucional es la rojigualda. El poeta García Montero (marido de la escritora Almudena Grandes), otros dos cejateros dl trinque, manifestaba:  en momentos de descrédito de la política y de la justicia, esta convocatoria se solidariza con todos los que hicieron posible la democracia… Ver para creer. Portan bandera anticonstitucional y defienden a un juez que se ha saltado la ley, y además se dicen defensores  de la democracia, ¿no será que la democracia y la justicia están como están por sectarios extremistas como la plataforma misma?

La escritora Almudena Grandes, escribió un bochornoso artículo donde decía “ que las monjas en el 36 violadas por los milicianos disfrutaban con ello”. Más mezquindad imposible, ¿y son estos los que hablan de derechos? Son simplemente activistas del frente popular. Cuánto más mediocridad, más foco quieren; rebrotan con virulencia cando la lejanía del poder les altera las hormonas. Su respeto a la democracia y a las urnas es condicional y selectivo.

En una democracia, los jueces no son estrellas, Garzón estrelló su integridad por su afán de protagonismo, pero esta izquierda radical quiere propagandistas, no pensadores.

El pacto de la transición que lo volvió a vulnerar ZP  irresponsable y frívolamente con la ley de la memoria, es lo que da pie a la defensa de Garzón “el plan”, no se limita a la represión franquista, sino reivindicar la segunda república, situar a los supuestos herederos del frente popular como únicos demócratas… Esto es lo que supone para los defensores de Garzón, en este concepto se sitúa el ruido por los juicios a dicho juez, los radicales y su prensa lo toman como su” justiciero”, y para ellos nuestra democracia no les vale. Es el sectarismo de una izquierda excluyente que quería una república excluyente, para ellos el modelo dictatorial cubano es la más perfecta democracia jamás creada, es el paraíso.

¿Han mencionado  alguno de ellos al periodista español encarcelado en cuba año y medio por hacer un reportaje sobre prostitución infantil? Que por supuesto no le gustó a Fidel. Cuando el nuevo ministro de exteriores tomó cargo, tras varias gestiones en quince días lo ha devuelto a España. En Cuba, como tengas cualquier percance das con tus huesos en la cárcel. Es la justicia de estos comunistas haciendo  socialismo. ¡Cuba! Donde se conserva intacta la democracia como es entendida por los llamados asimismo progresistas, volvemos a lo mismo, defender la democracia si me interesa, si no me la cargo (izquierda radical). Para ellos hay que juzga la dictadura que dejamos atrás hace 30 años, pero la de Cuba es perfecta. De hecho, si no fuera por el bloqueo americano, cada día arribarían a las costas cubanas miles y miles de cayucos transoceánicos repletos de intelectuales progresistas, para disfrutar de por vida la autentica democracia y libertad. Europa se quedaría sin actores tipo Bardem, Willy Toledo, cantautores comprometidos, sin liberados sindicales e izquierda unida sin parlamentarios ni líderes,  y Carrillo terminaría sus días allí.

¡Qué catástrofe para nuestra civilización! Y nosotros aquí, con las decadentes democracias occidentales.

Fidel Castro está ablandándose, sin ir más lejos, hace unos años permitió la importación de la olla expres, permitió que los cubanos empezaran a contaminarse de los males que provoca el capitalismo opresor. Y es que se empieza por dejar que cocinen como quieran y enseguida empiezan a reclamar derechos civiles.